About Kalahari

Kalahari nació desde el encuetnro de Marco Ferrero y Susan Frittelli, por su amor a África y sus innovadoras ideas acerca de un tipo de turismo distinto en África.

Marco llega por primera vez al norte de África en 1975, en busca de nuevos destinos en nombre de un operador turístico muy conocido. Esta bella tierra y su gente no tardaron en cambiar su vida para siempre, no por lo que allí encontró, sino por la forma misteriosa en que África le dió la bienvenida, haciéndole sentir parte de su universo extraño. Un deseo incontrolable de explorar estas tierras le llevó a constantes viajes: los años del inicio de la cruzada de Bidon Cinq, el descubrimiento de Mali y los países de África negra.

Susan se mudó a Nigeria en 1977 por motivos de trabajo. Finalizado el período cubierto por su contrato, ya no fué capaz de volverse de Africa. Por la misma razón se enamoró de este continente que con impactante intimidad la tomó en sus brazos, haciéndola sentir parte de su gente. Comienzan años maravillosos, contactos con las tribus locales, los hechiceros y la espiritualidad mágica de poblaciones, Ibo, Hausa y Yoruba y dos cruzadas en solitario del continente.

Los dos se conocen por azar en Italia en un bar en Milán en junio de 1986.

Unos meses más tarde, unidos por la misma pasión , deciden volver a África, trayendo con ellos sus primero clientes: viajeros a quienes hacen degustar el auténtico sabor de esas tierras tan queridas.
Siempre con la intención de proteger África … así como África los había protegido.

El profundo conocimiento de la población local, sus costumbres y tradiciones, y los muchos años pasados en las aldeas en contacto con las tribus, les permiten establecer una relación de confianza y respeto cada vez más fuerte. Son los mismos jefes de las aldeas locales y reyes quienes se prestan a indicar los caminos a nuevos destinos y territorios, dibujando extraños mapas en la arena, con sus hermosos palos tallados. “Más allá de la montaña, al otro lado del río, en la dirección donde sale e sol… ” así es como un rey de Sudán muestra a Marco el camino que los llevará en Etiopía y a su increíble gente.

Durante cinco años residen en las orillas del río Omo, incluyendo un montón de viajes, cruzadas y una creciente variedad de clientes aficionados. Se trata de viajeros, (no turistas) sino fotógrafos, escritores, intelectuales y gente que nutre el deseo genuino de conocer esta tierra legendaria y sus pueblos. La química entre aquella África intacta y sus primeros visitantes occidentales aún permanece en la memoria como un milagro irrepetible.

Como suele suceder, la fama de estos lugares se propaga, el turismo, que en aquellos años estaba creciendo sin control, también se presenta en estas tierras lejanas a menudo incapaces de captar su alma y su esencia.
Es doloroso ver la brutalidad de este impacto, tanto asi que hace desaparecer esa magia…
Es tiempo de mudarse: hacia el sur hay tierras maravillosas y desiertos aún por explorar.
Así Marco convence a Susan, enamorada de Etiopía, para ir en Namibia (entonces África del Sudoeste), con una promesa: la promesa de desarrollar una nueva forma de hacer turismo. Sin catálogo o viaje confeccionado: a medida de cada cliente y “sueño personal de África”, y de esta manera, vieron construido “su camino”.

Nacimiento de Kalahari.

A través de Mozambique, Zambia , Zimbabwe, Rhodesia y South Africa, en 1989 Kalahari se trasladó a Windhoek, donde todavía tiene su sede.

Ya han pasado más de treinta años desde el inicio de esta aventura en África. Todos los días, con la misma dedicación, Kalahari se compromete en la realización de viajes únicos e irrepetibles. El profundo conocimiento del territorio y la larga experiencia africana, combinado con una identidad europea arraigada, son requisitos esenciales para el equilibrio de viajes diferentes pero necesario para aquellos que quieren saborear viajes “a medida” en lugares aún auténticos.